Por último, en cuarto lugar, se conserva la integración de mercados vitales para ambas partes como el energético (ampliando cooperación en materia de energías renovables y, muy importante, en energía nuclear), el aéreo (la pérdida de los derechos de vuelo de las aerolíneas británicas en territorio europeo tiene escasa afectación a nivel de grupos aéreos dado que en su mayor parte cuentan con grupos consolidados de accionariado europeo), la logística o el transporte, entre otros.