Estrategia frente a táctica ante los planes de la coalición

El Gobierno de coalición ha vuelto a colocar al independentismo en el centro del debate tras el fracaso de la «opción Illa» y la formación de un gobierno autonómico de «línea dura». Vuelve a instalarse (si es que alguna vez se marchó) el convencimiento de que una parte del soberanismo es rescatable con ciertas concesiones, siendo la más importante el indulto a los presos del procés, a cambio de dar estabilidad parlamentaria al actual Ejecutivo.

Ante esta estrategia del Gobierno y sus apoyos políticos, no cabe anteponer movimientos tácticos, si no que es necesaria más que nunca una estrategia política y técnica sólida y consistente que sí tenga capacidad de parar decisiones injustas que provoquen un daño irreparable al Estado de Derecho. Conforme van a ir pasando las próximas semanas y meses, los motivos de protesta contra el Gobierno van a crecer de una manera exponencial: la gestión de la pandemia, la errática e inconsistente política sanitaria, el más que posible mal uso de los fondos europeos, la irrelevancia de España en política exterior evidenciada en la crisis con Marruecos, la escalada inflacionista de la cesta de la compra y cómo el Gobierno se dedica a echar más gasolina a ese fuego (por ejemplo, el cambio de tarifas de la electricidad), las concesiones a los nacionalismos periféricos….

Este escenario requiere de una estrategia inteligente, en la cual converjan todos aquellos que deseen evitar una mayor disgregación y discordia en la sociedad española, además de pensar y estructurar cuál va a ser la «vía de salida» de la actual situación. Por supuesto todos los medios cívicos y democráticos a nuestro alcance son necesarios y legítimos (manifiestos, firmas, manifestaciones en la calle…) para defender una visión alternativa y colocarla como referencia para presionar al actual Ejecutivo. Pero es el momento de trabajar para despertar la atención y provocar la movilización de una gran mayoría de españoles silenciosos que desde su trabajo y vida personal cada día pueden impulsar las grandes transformaciones que nuestro país requiere.

Movilizar a los ya movilizados es una tarea en la que se pierden recursos muy necesarios para trabajar en un amplio espacio de la nación que también desde su cotidianiedad se indigan y protestan contra los indultos que quiere conceder el Gobierno Sánchez a los dirigentes independentistas, sin tener el apoyo del máximo órgano de justicia en España ni haberse sentado a hablar con la oposición para, al menos, tratar de forma conjunta una cuestión que afecta a todos los ciudadanos del país.

El otro espacio imprescindible es el de los partidos políticos y políticos a título individual que están en contra de los indultos. Su trabajo no es sólo ir a manifestaciones a protestar, sino que el lugar donde es necesario intensificar su labor es el Congreso de los Diputados, que no se les olvide. Con ello, les pedimos a los partidos constitucionalistas que realicen su trabajo de contrapeso al descontrol presente. Ese trabajo no se hace con un par de fotos. Se hace desde dentro y en silencio buscando el bien común y no el rédito político, con discursos que, en el panorama actual, no hacen más que tensionar más si cabe a los españoles.

Por último, a los miembros del Gobierno y del PSOE que no están de acuerdo con esta decisión de indultar a los líderes independentista, les pedimos que luchen desde dentro y hagan pensar a los dirigentes del partido y del Gobierno de la falta de integridad que supone dejar sin consecuencias a quien pasa por encima de la Carta Magna y que no sólo no se arrepienten, sino que ya han manifestado su intención de seguir intentando lograr la independencia de la comunidad autónoma de Cataluña.

Editorial publicada en la Newsletter #11 de La España que Reúne

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