Y votar bien, ahora, en Cataluña, es hacerlo para cambiar el paso. Estos tíos, y tías, que nos mandan son, y serán, un desastre. Aparco lo ideológico, que es mucho aparcar tanta maldad. Me paro en que es un asunto de preparación, de jerarquía, de saber. Lo que hay… Un día conté, y mantengo, que es como si a mí me ponen el mando de la Coca Cola: acabo con las burbujas. No. Estos no saben. No pueden conducir ni un auto de choque. Lo afirman médicos, el señor Mitjà por ejemplo. Médicos y pacientes. Empresarios y asalariados. Cualquier mínimamente ilustrado.