Es por eso que creo que en estos momentos, todos los militantes de esa izquierda huérfana, que hasta ahora hemos dedicado nuestro esfuerzo activista a la lucha en asociaciones transversales, compartiendo espacio con la derecha estatal, hemos de centrarnos en la construcción de esa izquierda social y política, indudablemente constitucional y territorialmente unitaria. Una nueva izquierda centralista y Jacobina, que defienda de forma radical los postulados de la Revolución Francesa, basados en los valores de LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD.