Por eso, se ha producido la anomalía de que la selección de España no ha visitado durante dieciocho años la segunda ciudad de España, algo increíble muy difícil de explicar salvo por la enorme fuerza política del separatismo catalán. La capital catalana parecía territorio vedado para el equipo nacional, a pesar del esfuerzo de entidades cívicas como Barcelona con la selección, Espanya i Catalans o Societat Civil Catalana, entre muchas otras, para conseguir su retorno. Tras esta incomprensible sequía se ha conseguido que los de Luis Enrique disputen un partido menor, un amistoso contra Albania, el 26 de marzo, en el RCDE Stadium. El Espanyol, al fin, ha tomado el toro por los cuernos y ha aceptado ser el anfitrión del reencuentro de Cataluña con su equipo nacional. Y es que el equipo nacional de Cataluña es, y será, la selección de España.