Por otra parte, y más allá de las consideraciones jurídicas también queremos destacar que no parece que la concesión de estos indultos vaya a provocar ninguna mejora de la situación política existente en Cataluña, donde la fractura, no lo olvidemos, se da entre independentistas y no independentistas. Creemos que se ahonda, además, en la convicción de muchos ciudadanos de que el Estado de Derecho no rige para todo el mundo por igual y de que los políticos gozan de un estatuto diferente y privilegiado frente a las leyes vigentes. También consideramos que los ciudadanos catalanes no independentistas pueden sentirse, una vez más, abandonados por las instituciones que deberían defender el respeto a las reglas del juego. El deterioro de la convivencia y del respeto al Estado de Derecho en Cataluña en estos últimos años no parece que pueda superarse con más fracturas y con menos respeto al Estado de Derecho.