En el ámbito del crédito social y del apoyo a PYMES y Autónomos, aunque también a las grandes empresas, tan necesarias en España, en sus inversiones y en salir en determinadas ocasiones de la angustia de escasez de capital circulante, cuando la empresa sea perfectamente viable y solo sufra tensiones esporádicas de tesorería, justificaría disponer de una banca pública, con un estatuto apropiado de independencia del poder político y gestionada por profesionales independientes que accedieran a esa banca de la forma apropiada para garantizar su calidad técnica y su independencia profesional.