La secesión no se producirá. Si se produjese, Cataluña sufriría un crac económico importante. Según fuera el caso, el impacto sobre el PIB permanente a largo plazo se estima entre -9,3 % en el mejor escenario, -16,1 % en el escenario medio y -24,4 % en el peor escenario (según análisis del autor publicados en artículos anteriores este elliberal.cat). Es decir, la actividad se reduciría sensiblemente, las inversiones, las empresas y el dinero habrían huido, florecería el desempleo y, en fin, la renta per cápita de los catalanes caería extraordinariamente.