ANÁLISIS: Fabulando y mintiendo sobre la supuesta viabilidad económica de una hipotética Cataluña independiente

La secesión no se producirá. Si se produjese, Cataluña sufriría un crac económico importante. Según fuera el caso, el impacto sobre el PIB permanente a largo plazo se estima entre -9,3 % en el mejor escenario, -16,1 % en el escenario medio y -24,4 % en el peor escenario (según análisis del autor publicados en artículos anteriores este elliberal.cat). Es decir, la actividad se reduciría sensiblemente, las inversiones, las empresas y el dinero habrían huido, florecería el desempleo y, en fin, la renta per cápita de los catalanes caería extraordinariamente.

Sin embargo, para los separatistas… En su argumentario hay una palabra que para ellos es el talismán para ver de eludir la realidad: viabilidad. Dícese en el diccionario que es aquello que tiene probabilidades de poderse llevar a cabo, que puede vivir, o que es un camino por donde se puede transitar. ¿Es viable la independencia? ¿Es económicamente viable la independencia de Cataluña?

Si por una combinación azarosa pero no imposible de circunstancias políticas se produjese la independencia de Cataluña del resto de España, la economía soportaría impactos de hondo calado, pero seguiría existiendo, ¡sería viable! Seguirían ahí la economía y Cataluña, el territorio y (muchos de) sus habitantes. Sería “viable”, no habría desaparecido. En sentido físico, Cataluña seguiría estando en el mismo lugar que ahora. Habrían cambiado las instituciones de Cataluña y sus capacidades. Aunque Cataluña se hubiera hundido, sería ¡viable!, seguiría existiendo, al menos en el imaginario de los viabilistas a sueldo de los golpistas.

Con las monsergas independentistas acerca de la viabilidad económica de una Cataluña independiente se buscar confundir el ser con el estar.

Obviamente, con las monsergas independentistas acerca de la viabilidad económica de una Cataluña independiente se busca confundir el ser (la continuidad de la existencia) con el estar (la calidad del ser). La economía catalana existiría, pero sería infinitamente peor, se habría asemejado muchísimo a la de Corea del Norte, país que es tan viable como una Cataluña independiente viable.

A propósito: ahora aparece como evidente que un país como más independiente sea formalmente, cuanto más abandonado y a su aire esté, menos independiente es realmente. De tan independiente que es, depende en todo de los demás y debe copiar las políticas de los demás. A su escala, éste es también el caso del Brexit: el Reino Unido deberá replicar las disposiciones de la Unión Europea, ahora sin posibilidad de decidir sobre ellas.

Si ésta va a ser la independencia nueva que tendrá un país como el Reino Unido, que fuera imperio mundial, fábrica del mundo y que es el segundo centro financero global, imaginemos cual podría ser la independencia de una hipotética república catalana. Es obvio, el mejor lugar del mundo para Cataluña es España.

Es obvio que el mejor lugar del mundo para Cataluña es España.

El argumentario separatista sobre la mágica viabilidad de una economía catalana independiente se basa en dos falsos a priori:

  • Nada malo ocurriría: el comercio con el resto de España y el resto del mundo no se vería afectado, ni el PIB se hundiría, ni las inversiones desaparecerían, ideas contradichas por la realidad de todos los procesos de desintegración y fragmentación de Estados.
  • Todo lo bueno ocurriría: el gran dividendo fiscal de la independencia permitía… atar los perros con longanizas. Pero, vamos a ver, seamos serios (!), coherentes, lógicos y/o históricos: con la independencia, el supuesto antiguo déficit fiscal ya no existiría, habría desaparecido, simplemente.

Ficción. Los mantras sobre la viabilidad económica de la independencia ni por asomo analizan aspectos reales tales como el coste-beneficio de la independencia, ni la suficiencia financiera, ni la sostenibilidad fiscal, ni la competitividad. No lo analizan porque es obvia lo muy negativa que sería la dinámica económica de una Cataluña ‘independiente’.

Amplio es el imaginario de los separatistas y verdadera es la ensoñación alcanzada por los redactores de informes subvencionados por la Generalitat. En el imaginario de los separatistas ¡cómo no va a ser viable una Cataluña independiente! Lubricados por una subvención jugosa, un cargo y una distinción, el sueño de la razón y la ausencia de ética han producido una potente industria subvencionada de novelística económica.

Amplio es el imaginario de los separatistas y verdadera es la ensoñación alcanzada por los redactores de informes subvencionados.

La real inviabilidad del procés era conocida y compartida entre los putchistas. Según el informe Confidencial. Implicaciones económicas de una Cataluña independiente del llamado Grupo de Contingencia de la Generalitat de Catalunya (informe hallado por la Guardia Civil entre la documentación del miembro del govern detenido Santi Vila, y que éste recibió el 18 de octubre de 2017) el PIB de Cataluña caería hasta el 20% y el paro aumentaría hasta el 34,4%. “La salida [de España y de la UE, que se reconoce] supondría unos efectos muy negativos para las exportaciones (descensos del 45 %-50 % de las ventas al Estado español y del 18 % de las exportaciones a la Unión Europea). […] Debido al boicot, se estima una reducción a corto plazo de las ventas de Cataluña con España de entre el 18 % y el 25 %.” (Ángeles Escrivá y Esteban Urreiztieta (2018), El Govern ocultó datos sobre la inviabilidad de la secesión, El Mundo, 19 marzo). El lector habrá comprobado fascinado que estos datos, eso sí, confidenciales, se asemejan muchísimo a los que este autor ha calculado.

La independència de Cataluña supondría no tener déficit fiscal con el resto de España pero incrementar fabulosamente el déficit fiscal propio, reducir el superávit comercial con el resto de España e incrementar el déficit comercial con terceros, así como perder la poca inversión extranjera que hoy queda tras tres décadas de procés. Sobre las consecuencias económicas de la independencia hemos elaborado la Figura 1 dónde se sintetizan las posibilidades y necesidades financieras de una Cataluña independiente.

La columna final (en negro) indica la aportación que alguien debiera hacer para que Cataluña fuera viable económicamente, es decir para que pudiera compensar la reducción en el superávit comercial con la ex España, el mayor déficit comercial con el resto del mundo, el fin del funding gap bancario y el cese en las no aportaciones del Estado español (FLA y SS). Esto hace 55.002 M € anuales. La viabilidad depende de esta hipotética aportación.

La única verdadera viabilidad de una Cataluña independiente sería que se convirtiera en una colonia de alguna potencia o Estado.

Por consiguiente, la única verdadera viabilidad de una Cataluña independiente sería, pues, que se convirtiera en una colonia de alguna potencia o Estado y en el protectorado de algunos financieros. ¿Hay interesados en financiar la independencia de Cataluña y en financiar una Cataluña independiente? Sí, efectivamente, los hay:

  • Los enemigos de la libertad han mostrado su entusiasmo con la destrucción de Cataluña, de España y de Europa.
  • Hay amplia evidencia sobre quienes han financiado, financian y financiarán esta tarea. Por consiguiente, la viabilidad de la independencia de Cataluña depende de la geopolítica, esto es de entregar la supuesta Cataluña ‘independiente’ a una potencia extranjera.
  • La ‘república de Cataluña’, Estado vasallo.
  • Rusia y/o China y/u otra potencia emergente podrían financiar semejante dislate. Una Cataluña ‘independiente’ sería solo un muy pobre Estado vasallo.

Conclusiones

  • Si Corea del Norte existe y se mantiene, también una Cataluña independiente podría existir y mantenerse.
  • Para existir y mantenerse, una Cataluña ‘independiente’ debería recibir cada año 55 mil M € con los que cubrir las menores ventas a España, el mayor déficit con países terceros, la brutal caída de sus ingresos fiscales y el fabuloso crecimiento de sus gastos públicos.
  • Cataluña ‘independiente’ sería ‘viable’ si hubiese países dispuestos a aportar cada año un importe semejante para tener un Estado vasallo en Europa occidental.
  • La cháchara sobre la ‘viabilidad’ de la independencia de Cataluña a cualquier precio muestra, pues: a) el completo desprecio por la verdad (1) y por la democracia (2); y b) el carácter profundamente anti social (3) e inmoral (4) del independentismo y de una hipotética república catalana ‘independiente’.

Artículo de Ferran Brunet publicado en El Lliberal.cat

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