“No se puede ser de izquierdas y nacionalista”, claman en el desierto algunos intelectuales como Ovejero, Savater o Cercas. ¿Por qué no se puede? ¿No tenemos innumerables ejemplos de lo contrario? Me temo que la izquierda ilustrada, racionalista y universalista a la que apelan esos autores es sólo un vestigio del pasado, una corriente minoritaria con escasa relevancia en la actualidad. ¡La izquierda de verdad, la que cuenta con militantes, gobiernos y medios de comunicación, es una cosa muy diferente!