Aparte del diferencial de precios entre las dos modalidades de gas, el conflicto con Argelia genera, por un lado, riesgos de inestabilidad de suministro en el momento en que EE.UU. pueda decidir a medio plazo cerrar el grifo del gas ante problemas en sus reservas estratégicas. Pero, por otro lado, España pierde definitivamente su oportunidad de ser el hub gasista que necesita Europa, dada la posición de Argelia con respecto a los gasoductos provenientes de Nigeria.