En segundo lugar, es crucial determinar los mecanismos o herramientas que hagan llegar con eficacia las ayudas a las empresas. Así, la creación de un gran fondo de capital público-privado que inyecte capital híbrido en las pymes (la versión adaptada del esquema de recapitalización de la SEPI orientado sobre todo a grandes y medianas empresas) o la generación de créditos fiscales con cargo a los pagos de impuestos realizados en el promedio de los últimos 2 o 3 años, que se computen como capital y se devuelvan en un plazo alargado en el tiempo, son probablemente los mecanismos más eficaces, más transparentes y con menor margen de decisiones discrecionales que, por ejemplo, dejar en manos de las CCAA la concesión de subvenciones cuyo control y evaluación de resultados es francamente difícil.