Y todo eso mientras tiene lugar una brutal guerra en la que el agresor tiene vínculos fuera de toda duda con los espiados y, a la vez, socios del Gobierno. Y fíjense si les importa poco que se sepa que, por quedarnos con lo último, al bloguero prorruso Anatoly Sharí, detenido en Tarragona, le defiende Gonzalo Boye, el abogado de Carles Puigdemont.