Ante el reciente comentario público de la ilustre historiadora Doña Elvira Roca Barea, de que en caso de que, modificada la Constitución al efecto, se convocase un referéndum nacional sobre la secesión de la Cataluña hispana, ella votaría porque la región se separara, ya que su permanencia como parte integrante de España le parece muy perjudicial para el resto de los españoles, me permito hacer algunos comentarios.
Yo creo que Doña Elvira lo que hace es mostrar su agotamiento ante el secesionismo, agotamiento que compartimos muchísimos españoles, inclusive los que hemos vivido en Cataluña y siempre nos hemos sentido allí como en cualquier otra parte de España.
Ahora, y desde hace mucho tiempo, ya no es lo mismo.
Ya estamos ahítos de tanta soberbia separatista, de tanta grosería, de tantas vejaciones, de tanto odio, de tanto desprecio, de tanta insolidaridad, todo ello connatural a la “sensibilidad” secesionista.
Obviamente también están hartos de todo eso el resto de catalanes que se sienten lo que son, españoles, y rechazan el secesionismo de sus paisanos catalanes, pero la realidad es que, elección tras elección siguen gobernando los secesionistas e imponiendo cada día más sus odiosas tesis racistas contra el resto de españoles.
Y eso ya resulta insoportable.
La mejor solución democrática sería que los catalanes votasen mayoritariamente para su gobierno autónomo y para participar en el Congreso de los Diputados de España, a representantes que pudiesen convivir y compartir armoniosamente su vida con el resto de españoles, pero no es así, como triste y lamentablemente también sucede en otras regiones de España, que mejor no enumerar, porque ya son amargamente demasiadas.
Y ante esta situación qué hay que hacer o qué se puede hacer.
Pues, a mi juicio, o aplicar la Constitución de forma firme y decidida como contempla el artículo 155, para desalojar del poder a los secesionistas, y aplicar eficazmente políticas de unión y solidaridad con el resto de españoles, digamos, las mismas políticas democráticas que en el resto de España, o dejar, como se viene haciendo por parte de todos los Gobiernos de España, que la situación se pudra y que en el resto de España nos sintamos agotados de una situación que no mejora sino que resulta cada día más insoportable, dando lugar a reflexiones y actitudes como la de la Sra. Roca Barea.
O sea que el problema no son sólo los secesionistas, que lo son principalmente, sino los Gobiernos de España, que de una forma o de otra los sostienen porque ruinmente se valen de ellos para su propio mantenimiento en el poder.
Así que el problema, insisto, no está solo en los secesionistas de las diferentes regiones, el problema está en toda España, que se dota de los gobiernos de los que se dota, que aunque puedan hacer alguna política positiva, ya sea en lo social o en lo económico, están permitiendo y contribuyendo a un estado de enfrentamiento y deterioro de la convivencia en toda España, no solo en las regiones separatistas, que no nos puede deparar nada bueno.
Miguel Ángel Derqui, miembro de Consenso y Regeneración.
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