Los muy movilizados separatistas, con sus “presos políticos” en campaña, con una TV3 más propagandística que nunca, con su “qué viene VOX” todos a una, se han dejado cerca de 650.000 votos por el camino. Incluso la CUP, que ha conseguido cinco escaños más que en el 2017, ha perdido ocho mil votos con respecto a las elecciones anteriores. La pandemia, la crisis económica y la desastrosa gestión de ERC y JxCAT ha servido para que el separatismo en su conjunto haya conseguido mucho menos apoyo popular.