¿Dejamos de financiar a los golpistas y dotamos de recursos al constitucionalismo catalán?

Para poder plantar al secesionismo y evitar que el «ho tornarem a fer» se acabe haciendo realidad es imprescindible fortalecer el tejido social no nacionalista. Por suerte, se está revirtiendo la tradicional tendencia de las entidades constitucionalistas a la división, la disputa interna y a la competencia de unas contra otras. Iniciativas como la de Cataluña Suma, o la colaboración que Societat Civil Catalana está teniendo con otras entidades, o Impulso Ciudadano con S’ha Acabat! y la AEB, entre otros ejemplos, está fortaleciendo, poco a poco, la red social de la Resistencia al nacionalismo. Además, medios como ‘elCatalán.es’ o ‘Dolça Catalunya’, entre otros, se han consolidado y dan voz a la Resistencia al separatismo.

Lo ideal es que el tejido social constitucionalista en Cataluña elaborara un plan consensuado para recuperar la presencia de España en Cataluña. No basta con que se pongan de acuerdo para elaborar un “plan”, ya que este necesita recursos, y que se mojen las administraciones. Cayetana Álvarez de Toledo es la política que mejor ha verbalizado este discurso, y ha sugerido en varias ocasiones que el constitucionalismo catalán sea dotado de medios y prestigio. Ojalá alguien con mando en plaza recoja este guante.

Los ayuntamientos, comunidades autónomas y otro tipo de organismos que estén regidas por políticos que crean que vivimos una emergencia nacional han de buscar las vías legales para poder apoyar al constitucionalismo catalán. Si los separatistas catalanes han invertido un buen puñado de millones de dinero público en Valencia, Baleares y hasta en Francia (lo que ellos llaman ‘Cataluña Norte’), también lo pueden hacer los partidos que quieren defender la unidad del país. Y los empresarios que se autodenominan ‘patriotas‘ deben de dejar de mirar hacia otro lado y han de ‘mojarse’.

Si conseguimos recursos, y la implicación de nuestros compatriotas de toda España, ganaremos la batalla a un separatismo que juega fuerte, y que no duda en saquear las arcas públicas para dar su golpe de Estado. Es increíble que un proceso de ataque a nuestra democracia sea financiado generosamente con los impuestos de todos los españoles. Y, en cambio, los que son leales a nuestro país no tienen los medios necesarios para plantar cara a los golpistas.

Artículo de Sergio Fidalgo publicado en elCatalán.es

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