Como decía arriba, con el argumentario ultra de Rufián se han vulnerado derechos fundamentales a lo largo de toda la historia: «Si eres minoría (judío, negro, mujer, «español»), no tienes derechos o vamos a pisotearlos». Con un hecho añadido en este caso: resulta que son precisamente las minorías nacionalistas los que nos están imponiendo a la inmensa mayoría de ciudadanos españoles sus prioridades, sus deseos y sus políticas. Eso sí, con la connivencia del Gobierno de España, colaborador necesario para que esta distopía se haya hecho realidad en pleno siglo XXI. Quien no te lo cuente así, te está engañando.