Estamos perdiendo contra el secesionismo, pero aún podemos reaccionar

El constitucionalismo catalán está perdiendo el combate contra el independentismo catalán, a pesar de las condenas del Tribunal Supremo a sus principales líderes. Ni las condenas han servido de nada dado que las penas se descafeinaron mediante el delito de sedición, y a que la Generalitat hace todo lo posible para que la estancia en prisión de los líderes secesionistas sea lo más cómoda y por el menor tiempo posible. Por esta razón la sensación de que los separatistas tienen barra libre paras sus desmanes se está extendiendo.

Hay muchos ejemplos, de esta “barra libre” como el que un puñado de radicales lleve cortando la Meridiana, uno de los principales accesos a Barcelona, desde hace cerca de 300 días sin ningún tipo de cortapisas, mientras agreden a periodistas, ponen música a todo volumen y encienden hogueras. Por supuesto, los Mossos d’Esquadra no interviene, y Ada Colau disfruta ante este ejemplo de “activismo”.

Durante los confinamientos, tanto en la primera como en la segunda ola, se han celebrado docenas de concentraciones y manifestaciones separatistas en toda Cataluña sin que se respetaran las normativas sanitarias para evitar la propagación del Covid-19. Ser separatista da patente de corso para actuar a placer, no hay normas ni leyes para ellos, todo les está permitido.

El separatismo cada día, todos los días, muestra su poder. Sin que nada ni nadie les detenga. Al contrario, cada día consiguen dar un paso más en su agenda rupturista que busca la destrucción de España. Son decisivos en Madrid y gobiernan Cataluña contra millones de catalanes, oprimiendo y sozjugando a los catalanes no independentistas.

Pero podemos reaccionar, podemos darles un susto en las próximas elecciones autonómicas, movilizarnos y mandarlos a su casa. Muchas son las dificultades: dominan los medios de comunicación catalanes, incluyendo a La Vanguardia y El Periódico, a los que han convertido en sus compañeros de viaje bajo una capa de “transversalidad” que es falsa. El sistema electoral está dopado para que las circunscripciones en las que ganan los secesionistas estén sobrerepresentadas. El Govern gasta millones y millones de euros en comprar voluntades en todos los estratos de la sociedad civil.

Pero no hemos de rendirnos, hemos de ir a votar y obligar a los partidos no independentistas para que se pongan de acuerdo tras las elecciones para desalojar a JxCAT y ERC del poder. Será muy difícil, pero hemos de tener la misma paciencia que tuvieron los separatistas: prepararon su golpe de Estado durante cuarenta años. Los que queremos una Cataluña leal a España hemos de empezar a tejer nuestra red, para que de aquí a unos años podamos desmontar todo lo que el separatismo ha tejido. ¿Comenzamos ya?

Artículo de Sergio Fidalgo publicado en ElCatalán.es

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