Es el enésimo feo que la presidencia de la Generalitat, que no olvidemos que detenta la representación ordinaria del Estado en Cataluña, lleva a cabo, precisamente, contra el Jefe del Estado. Como ni ERC, ni Junts muestran ningún respeto hacia la democracia española, dado que lo que buscan es instalar un régimen político totalitario, tenemos que ser el resto de catalanes los que demostremos nuestro cariño a Felipe VI. El separatismo no perdona, ni perdonará jamás, que el Rey detuviera el golpe de Estado del 1 de octubre con su magnífico discurso pronunciado dos días después.