De no hacerlo, tendremos un saco sin fondo que cada vez irá aumentado, será un reclamo para que vengan de otros lugares o, lo que es peor, desincentivará que los perceptores quieran trabajar. La RG debe ayudar a la recolocación, pero me consta que en el campo o en el sector del transporte, por poner solo dos ejemplos, cuesta encontrar mano de obra. En el momento en que compensa recibir la RG a trabajar, tenemos un grave problema. En 2020, solo el 37% de las unidades familiares perceptoras de la RG compaginaban la prestación con trabajo. El objetivo ha de ser que esas personas consigan con sus empleos el salario necesario para no necesitar la prestación. Desde Institución Futuro siempre hemos defendido que la mejor política social es la que genera puestos de trabajo. La baja intensidad del empleo en los sectores vulnerables no desaparecerá por arte de magia; hay que trabajar, y mucho, para que la renta garantizada sea cada vez menos necesaria. Que con el tiempo haya menos perceptores será, aunque algunos no lo vean así, una buena noticia.