Culmina el año 2021 con más actos de apoyo a ETA (282) que el año anterior (193). Un año que se dejado pasar sin consensuar una ley que nos ahorre tamaño insulto. “La Audiencia Nacional no prohíbe los homenajes a etarras”, dice, “es evidente que corresponde al legislador establecer la norma”. Pero resulta que el legislador no está muy interesado. ¿Para qué, a estas alturas? La lógica indica que ya quedan menos terroristas por salir, los de penas más largas, es decir, los más sanguinarios. Lo que no va a hacer el pusilánime pero imprevisible Gobierno es contravenir a última hora a uno de sus socios. Pelillos a la mar. Pronto terminará todo esto y las manifestaciones pasarán a reivindicar únicamente la independencia. No problem. El público viendo Netflix.