Por eso de Samuel – por el que se pide justicia- única y exclusivamente importa que fuera gay. Lo demás, hijo amado, hombre bueno, joven solidario, amigo y todo aquello por lo que pudiera ser definido, por lo que será recordado, no importa, no les importa. Samuel –su muerte- es un símbolo político y un padre no es quién para no permitirlo.