Creo por esto que la verdadera frustración de los catalanes ha sido la práctica desaparición de Ciudadanos, que era una esperanza de conseguir realmente una Cataluña como la que había existido, internacional, abierta, moderna, rica, con iniciativas y no una Cataluña cerrada, ombliguista, delirante… Esa promesa que teníamos de realidad con Ciudadanos se ha venido abajo y esa es una gran tristeza que vivimos ahora en Cataluña.