Este ataque a Ucrania deja en evidencia el papel de la Unión Europea y la necesidad de tener capacidad propia de actuación independiente incluso de sus propios aliados cuyos incentivos no son coincidentes. Para lograr una realidad en términos de autonomía estratégica, los países que conforman la Unión deben tener una visión común y unificada sobre las decisiones que se deben tomar. La mentalidad de colmena no es algo sencillo de lograr, y es que cada país vive sus propias realidades y necesidades de forma totalmente distinta. Europa está formado por un conjunto de países con culturas, historia y estrategias independientes entre sí, por lo que conformar un bloque de actuación se antoja una tarea complicada pero necesaria.