Pau Guix: “Catalanismo es nacionalismo. Siempre. Y nacionalismo es totalitarismo, supremacismo y xenofobia”

Pau Guix (Barcelona, 1971) es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona, Máster en Gestión Cultural por la Universitat Oberta de Catalunya UOC, Máster en Producción (Line Producing) y Máster en Film Business, ambos por la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña ESCAC. Director escénico y jefe de producción de ópera y teatro. Realizador de cortometrajes y videocreaciones. Ha presentado la sección Opera is cool en la radio CoolturaFM y es autor del libro ‘El hijo de la africana’ (Ediciones Hildy). Foto: Cristina Casanova.

¿En qué han fallado los partidos constitucionalistas catalanes a la hora de combatir el adoctrinamiento que puso en marcha el pujolismo?

A la vista está que en todo, sino no estaríamos haciendo esta entrevista y estaríamos hablando de cosas más importantes como donde son mejores las bravas o el pulpo a la gallega. Los separatistas han dado un golpe de Estado y están de rositas en la calle. El terrible abandono que sentimos los catalanes libres de nacionalismo por parte del Estado, frente a los totalitarios de lazo amarillo en la solapa, no tiene enmienda a día de hoy y ha provocado el éxodo de muchos hacia otras partes de España donde poder vivir en libertad y usar la lengua española con normalidad (y disfrutarla). PSOE y PP tienen gran parte de culpa por sus recurrentes pactos con los nacionalistas (aunque los populares llevan ya un tiempo tratando de enmendarlo) pero la dejación de funciones, el vivir las delicias de Capua, la soberbia y la huida hacia Madrid de Ciudadanos y de sus líderes, ha sido la estocada final a una resistencia endeble y precaria.

¿Qué es lo que les diría a los secesionistas que afirman que “lo volveremos a hacer”?

Que los españoles y nuestro Estado de Derecho los volveremos a meter entre rejas y que la próxima vez no estará esa vergüenza de gobernante que es Sánchez para sacarlos de la celda (que no era ni fría ni lúgubre porque ni Pablo Escobar vivía tan bien en La Catedral). Les diría también que dejen de perder su vida en una fútil quimera que no es más que un desvarío de la mente y del espíritu que bebe de las fuentes de ajenjo más amargas del totalitarismo fascista que asoló Europa el siglo anterior… y, sobre todo, que no nos hagan perder la nuestra combatiéndoles, que tenemos cosas mucho mejores que hacer como disfrutar plenamente de cada día que nos regale la vida.

¿Cuál es la mejor hoja de ruta para vencer al secesionismo?

La misma que en la carretera: tolerancia cero con los efluvios alcohólicos o con las sustancias estupefacientes que distorsionan la mente y los sentidos y que conducen a la fatalidad o a la muerte, exactamente hacia lo mismo a lo que los nacionalistas nos están llevando como sociedad. Que los partidos y gobernantes que sucedan a Sánchez lo anoten bien, por favor: tolerancia cero con los nacionalismos. Y que hagan grandes pactos de Estado con los partidos de ámbito nacional que estén en la oposición, independientemente de su color político (izquierda/derecha), y no vuelvan jamás a depender de un solo voto de un partido nacionalista, porque es un voto que lo único que busca es romper España y que pone en riesgo nuestra democracia y el Estado social y de Derecho que de dicha democracia se deriva.

¿Hay adoctrinamiento escolar en Cataluña?

Indudablemente. Ustedes acaban de publicar un interesantísimo libro sobre ello, “El adoctrinamiento escolar en Cataluña”, repleto de testimonios y de datos que lo avalan, así como todos aquellos otros datos y testimonios que durante años han sido recogidos por parte de asociaciones como SCC, AEB o Convivencia Cívica Catalana, entre otras, denunciado dicho adoctrinamiento. La escuela catalana es el huevo de la serpiente del nacionalismo, escribí sobre ello en 2015 y por desgracia sigue plenamente vigente. Como afirma tajante y muy acertadamente Antonio Robles, el ejército de Cataluña son sus maestros. Hay que retirarle la competencia educativa a la Generalitat lo antes posible.

¿Cree que hay diferencias, a la hora de adoctrinar en la ideología nacionalista, entre la escuela pública y la privada en Cataluña?

La pública cumple perfectamente con su “función”, es decir, servir al régimen nacionalista al modo de las napolas o Nationalpolitische Erziehungsanstalt (Escuela Política Nacional) del III Reich. Además, la mayoría de sus profesores son votantes o simpatizantes de la CUP o de ERC (como se detectó en un estudio que condujo SCC hace unos años) lo cual es garantía de absoluta parcialidad.

Hay que distinguir en la privada entre la concertada y la que no recibe ayuda o concierto alguno. Las concertadas, para sobrevivir, deben plegarse a la barbarie de la inmersión lingüística y de la Ley de Educación autonómica y al “comisariado” ideológico del Departament d’Ensenyament, lo cual es reprobable pero entendible como miseria humana. Y las privadas, trilingües y cuatrilingües, donde estudian los hijos de los dirigentes y jerifaltes nacionalistas (ya sean del PSC, ERC, la CUP o como se llame la antigua Convergencia en ese mismo día y minuto) marcan pautas muy diferentes a las que nos imponen al resto de ciudadanos y a nuestros hijos, es decir que lo que tratan de imponernos como bueno al resto, no lo es para ellos ni para sus hijos… esta es la prueba más fehaciente de que el sistema educativo en Cataluña es un fraude absoluto. Sino que les pregunten a Mas, Junqueras o Montilla donde estudian o estudiaron sus hijos.

¿Se ha dado en Cataluña la batalla de las ideas para evitar el adoctrinamiento escolar?

Hay una lucha que se remonta ya a la época de los inicios de la Transición, al Manifiesto de los 2.300 y a la posterior aparición de asociaciones y de voces críticas. Pero la lucha ha fracasado por la cesión de las competencias educativas a la Generalitat y porque el Estado ha mirado hacia otro lado mientras atropellaban los derechos lingüísticos y la neutralidad educativa en la escuela catalana. Es la lucha de David contra Goliat pero sin honda y con las manos atadas a la espalda. Mi más sentida admiración hacia todos aquellos que en las escuelas han luchado y luchan por una enseñanza libre que forme en valores en vez de adoctrinar en ideas.

¿Cuál es la alternativa a la actual Constitución del 78, que está siendo puesta en cuestión por algunos sectores políticos?

La alternativa a la Constitución es más Constitución. Más España y menos taifas autonómicas. No hay otra.

¿Cree que la Monarquía está en peligro en España?

Sí, totalmente. Tanto por parte de los nacionalistas como por parte de la mal llamada izquierda que hoy (des)gobierna España. Para el nacionalismo es la principal institución del Estado a derruir por lo que representa para la unidad de España. Y para la izquierda por su deriva reaccionaria hacia movimientos que hacen de cualquier tipo de identidad una ideología de salón y que ven a la monarquía como enemiga de sus nuevas idolatrías ya que ésta no se sustenta en la imposición ideológica sino en su solidez representativa como símbolo perenne del Estado y de nuestra nación. En una izquierda moderna, cuyos postulados no estuvieran asentados en el siglo XIX sino que oteasen el horizonte hacia el siglo XXII, verían que el progreso se asienta en la solidez del Estado, no en idolatrías de becerros o “becerres” de oro que nos llevan al abandono del progreso, y esto es algo que un partido político jamás podrá garantizar (por su consustancial naturaleza partidista) pero sí lo hace la Casa Real.

Yo prefiero, sin ambages, el progreso a la III República. Por ello, sería un grave error eliminar la monarquía ya que además es la única institución del Estado que, por su neutralidad, representa a todos los españoles (aunque algunos no quieran reconocerlo) y garantiza la irrenunciable resiliencia de ese progreso. Imagínese que el aciago 3 de octubre no hubiéramos tenido Rey… o que el jefe del Estado hubiera sido Sánchez o Zapatero… usted y yo, en vez de estar haciendo una entrevista, estaríamos ahora como Solzhenitsyn, escribiendo sobre el Gulag al que nos habrían desterrado los separatistas… y eso en el mejor de los casos, ya que en su lugar seguramente nos habrían llevado a esas chechas que tanto le gustaban a los “demócratas” de ERC durante la Guerra Civil.

¿Qué sintió el 1 de octubre de 2017 al ver imágenes de Mossos d’Esquadra no solo no cerrando los colegios electorales, sino en actitud cómplice con los secesionistas que los habían ocupado? ¿Fueron un error las cargas policiales?

Sentí una profunda indignación y una terrible desazón… Lo que fue un error fue no impedir el butifarréndum ilegal. Y lo que fue un gravísimo error histórico fue la cesión de la competencia de seguridad a la Generalitat y que los cuadros dirigentes de los mossos se hayan poblado con separatistas afectos al régimen nacionalista, una caterva de sujetos que además tienen licencia de armas y se pasean con escopetas y pistolas. Quiero enviar desde aquí todo mi afecto y mi reconocimiento a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado​ (FFCCSE), en especial a todos aquellos operativos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que han sufrido la violencia separatista en Cataluña (ya sea física o el desprecio o el señalamiento de sus hijos), y agradecer su abnegación y la defensa de la legalidad, de los valores constitucionales y de los ciudadanos que, como usted y como yo, estamos indefensos ante el “gobiernillo” de la Generalitat, como lo denomina el gran Albert Soler, y sus SA (o Sturmabteilung).

¿Para conseguir que el secesionismo radical pierda la mayoría es imprescindible que el catalanismo se organice? Lliures, PNC y la Lliga parece que van a unirse.

Catalanismo es nacionalismo. Siempre. Y nacionalismo es totalitarismo, supremacismo y xenofobia, y consiguientemente el fin de la sociedad que lo sufre. Aunque Josep Ramon Bosch haya acabado de mamporrero del “catalanismo” no permitamos que trate de engañarnos con estos movimientos que no son más que una vulgar treta nacionalista. La única opción válida es que los catalanes libres de nacionalismo se unan en un partido de ámbito regional, que sea transversal, de una aterradora radicalidad democrática, de base tecnócrata y que sienta como propias España y su bandera. Todo lo demás es la misma bazofia y engaño de siempre.

¿Rafael Ribó, el ‘síndic de greuges’, está haciendo bien su trabajo?

Lleva 2 décadas al servicio del separatismo, despreciando a los ciudadanos que no comparten su ideología separatista y cobrando por ello mucho más que el presidente del Gobierno de España. Así que, para él, lo está haciendo perfectamente, ¿no cree usted?

Entrevista publicada en ElCatalán.es.

Comparte

Share on twitter
Share on linkedin
Share on facebook