No obstante, ya que llevan una semana hiperventilando con eso de que en Parlamento reside la soberanía nacional (no en el pueblo español, qué sabré yo) y que si lo dicta la mayoría se puede votar cualquier cosa y de cualquier manera y el pueblo (desde ahora, súbditos) debe acatarlo, vuelvo al lugar del crimen (que en mi caso siempre son los clásicos griegos) y me voy a un párrafo de la Antígona de Sófocles.