¿Quiere inhabilitar alcaldes ‘indepes’?

Ahora es el momento de trabajar para replicar por toda Cataluña lo que le pasó a Quim Torra. Hay multitud de ayuntamientos y edificios de otras administraciones públicas controladas por los secesionistas que lucen lazos amarillos, pancartas que piden la libertad de lo que ellos llaman “presos políticos” y otros símbolos separatistas. Por ello hemos de presentar todo tipo de denuncias ante la Junta Electoral para comprobar cuántos alcaldes y altos cargos independentistas quieren hacerse los héroes y seguir los pasos del inhabilitado ex ‘president’.

Hay entidades constitucionalistas, como Impulso Ciudadano, que facilitan en su web la posibilidad de descargarse el formulario para poder denunciar este tipo de hechos ante la Junta Electoral. También ofrece asesoramiento jurídico para aquellos que deseen luchar contra el uso de símbolos partidistas en edificios que son de todos los ciudadanos. Siempre deberíamos exigir a los políticos separatistas que no conviertan las propiedades públicas en su coto privado, pero hemos de aprovechar la ventana de oportunidad que nos ofrece la campaña electoral de las próximas elecciones autonómicas, dada la jurisprudencia que se sentó en el caso de Quim Torra, que por desobedecer la orden de descolgar una pancarta de la fachada del Palau de la Generalitat fue inhabilitado.

Cada alcalde, cada cargo público de la Generalitat, cada dirigente de un consejo comarcal que quiera jugar a ser un héroe y no retire los símbolos excluyentes de los edificios que son de todos ya sabe a lo que se arriesga. Si ellos quieren ser ‘valientes’ ayudémosles a que lo sean y de paso les apartamos de los puestos de poder que utilizan para sembrar cizaña, crear rencor y para gastar dinero público para extender el separatismo. Ellos contentos y nosotros también. Consiguen que sus partidarios más radicales les den palmaditas en el hombro por haber “desobedecido” al “malvado” Estado español y nosotros nos los quitamos de encima por una temporada.

Los partidos políticos no independentistas llevan semanas presentando denuncias que se verían reforzadas si un número elevado de ciudadanos hiciera lo mismo. Le ha de quedar claro a las juntas electorales, tanto a las de zona como a las superiores, que este tipo de comportamientos no se pueden permitir y que hay un clamor entre buena parte de la ciudadanía para que se aplique el mismo rasero que se le aplicó a Quim Torra. Esos símbolos separatistas deberían estar prohibidos siempre en edificios públicos, pero en campaña electoral con más motivo. Así se evitaría que los votantes constitucionalistas no se sintieran presionados por el medio ambiente asfixiante que el separatismo intenta crear ocupando el espacio de todos con lazos amarillos: el de “las calles serán siempre nuestras”, para amedrentar a los contrincantes.

En los últimos años un buen número de valientes miembros de la resistencia al secesionismo, que forman parte de las brigadas de limpieza, se han jugado el tipo ante un puñado de alcaldes fanáticos y de agentes de los Mossos convertidos en policía política. Esos activistas han trabajado duramente para recuperar el equilibrio del espacio público retirando lazos amarillos y pancartas partidistas. Está actuación en el fondo es una anomalía, porque en una democracia no hay que pedir a los ciudadanos comportamientos heroicos, ya que deberían ser los poderes públicos los que velaran por el cumplimiento de la ley.

Por eso el resto de ciudadanos tenemos que seguir perseverando, para que los políticos separatistas dejen de convertir a las instituciones públicas en herramientas de propaganda a su exclusivo servicio. Hasta que los dirigentes independentistas acepten que Cataluña no es suya, que la Generalitat no es suya, que los ayuntamientos no son suyos y que han de respetar los derechos cívicos y democráticos de todos los catalanes, no sólo de los secesionistas, tenemos que denunciar sus comportamientos incívicos e ilegales.

Comencemos aprovechando la campaña electoral, pero luego sigamos perseverando. España es una democracia que permite todas las ideologías, incluso aquellas como el separatismo que intentan destruir el país, pero lo que no podemos permitir es que utilicen de manera abusiva las instituciones públicas para conseguir sus fines políticos. Así que ya sabe, diríjase a Impulso Ciudadano o a los partidos no independentistas para que se pongan en marcha. Si nos ponemos a ello ganaremos esta batalla por la democracia y la libertad.

Artículo de Sergio Fidalgo publicado en Ok Diario 

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