Como algunos mantenemos recuerdos muy gratos de las entrañables relaciones personales y profesionales que en tiempos no muy lejanos existían entre todas las regiones de España, en cuyo contexto, por ejemplo, muchos estudiantes de ingeniería industrial hacían la carrera a caballo entre Barcelona, Bilbao y Madrid, donde entonces estaban las tres Escuelas Superiores, sin ningún tipo de inconveniente. Era lo mismo estudiar en una Escuela que en otra. Igualmente en el ámbito profesional, lo que dio lugar a que muchos profesionales de todo tipo vivimos temporadas muy significativas, por ejemplo en Barcelona, lo que nos permitió aprender bastante catalán de forma natural y fruto de la buena convivencia, por lo que no nos cuesta excesivo trabajo entenderlo, aunque en las relaciones de todo tipo que mantuvimos allí, no tuvimos nunca ningún problema de hablar en español. Eran otros tiempos, claro.