Según parece, la delegada del gobierno en Madrid debe ser una mujer que sufre mucho por militar en un partido que contradice su modo de vivir. El otro día declaró en un periódico que la izquierda tiene que construir un modelo urbanístico que permita superar el del PP; o sea, lo de montárselo en urbanizaciones privadas, con piscina, pádel y tenis, y desplazarse en coche a todas partes, que es, precisamente, lo que le ocurre a esta señora. Si se viniera a mi barrio vería que tenemos varios parques y también un polideportivo, además de metro y autobuses; y sobre todo, vería que se puede vivir sin padecer y votar a quien uno quiera. Además, es más barato. Lo típico para la clase media que tan poco le gusta a doña Mercedes González.