Y ahora solo queda esperar que el Tribunal Europeo dicte resolución, que por los términos planteados solo cabe sea a cara o cruz, o es el fin de la Eurorden y se requerirá un nuevo marco de colaboración, o apuesta por mantener ese espacio de seguridad y cooperación que ha representado la Eurorden y que ha servido para reducir la impunidad en el marco Europeo, lo que al final a quién beneficia es al ciudadano que ve incrementada su seguridad en el espacio europeo y, por supuesto, que Puigdemont y los restantes fugados sean juzgados en España. Tal vez, anticipando el resultado, sea lo que ha valorado la Exconsellera Meritxell Serret, regresando a España y entregándose en el Tribunal Supremo, que la ha puesto inmediatamente en libertad; aunque, como siempre, se haya vendido como una nueva operación de “astucia” por los medios de comunicación “oficiales”, en fin…