Sea como fuere, el pacto del PP con Vox es problemático e incómodo para Pablo Casado. Principalmente, porque tal decisión provoca desavenencias internas y críticas externas, incluso por parte de Europa, donde se rechazan los pactos con la extrema derecha. En el PP hay inseguridades y dudas. O sea, zozobra. Por un lado, porque en el propio partido hay opiniones enfrentadas al respecto. Por otro lado, porque si pacta con Vox, podría perder futuros votantes del centro.