Nunca lo admitirán, pero no existe ninguna diferencia, ni legal ni real, entre la geografía de El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien y la de lo que llaman los Países Catalanes. Sin embargo, este último es un término que, junto al de País Valenciano o el de Principado (para referirse respectivamente a la Comunidad de Valencia y a Cataluña), puede ser utilizado en el Senado.