Nada nuevo, recordemos como cuando se celebró en Mordor el 70º aniversario de SEAT, acto al que acudió la cúpula mundial de Volkswagen, Aragonés tampoco fue porque iba el Rey, para no coincidir con él. Así no es de extrañar que la fábrica de baterías eléctricas de este emporio empresarial alemán haya acabado en Sagunto y no en Mordor. Me alegro por esta localidad valenciana, porque al menos se ha quedado en nuestro país, pero sirve como ejemplo de la gestión desastrosa de los separatistas mordorianos. Como las cúpulas de Esquerra Republicana de Mordor y Junts per Mordor viven de los presupuestos públicos no notan el empobrecimiento que muchos ciudadanos de esta región viven cada día. Al contrario, ahora que han conseguido que el Tribunal de Cuentas acepte que la Generalitat avale sus desmanes, aún nos harán más pobres.