¡Ayuso, vine a Mordor!

El gobierno autonómico de Mordor presidido por Pere Aragonés sigue en sus trece de ahondar en la decadencia económica de esta comunidad, antaño locomotora de España y en la actualidad condenada a un papel secundario gracias al desastre separatista y a la buena gestión de Isabel Díaz Ayuso. La Generalitat mordoriana se empeña en actuar de manera irresponsable, y así nos va a los catalanes. En los últimos días Aragonés y su cómplice Ada Colau han hecho dos desplantes al Rey Felipe a cuenta del Mobile World Congress. La imagen de las instituciones de Mordor ha vuelto a quedar a la altura del betún ante un buen número de empresarios nacionales e internacionales.

Nada nuevo, recordemos como cuando se celebró en Mordor el 70º aniversario de SEAT, acto al que acudió la cúpula mundial de Volkswagen, Aragonés tampoco fue porque iba el Rey, para no coincidir con él. Así no es de extrañar que la fábrica de baterías eléctricas de este emporio empresarial alemán haya acabado en Sagunto y no en Mordor. Me alegro por esta localidad valenciana, porque al menos se ha quedado en nuestro país, pero sirve como ejemplo de la gestión desastrosa de los separatistas mordorianos. Como las cúpulas de Esquerra Republicana de Mordor y Junts per Mordor viven de los presupuestos públicos no notan el empobrecimiento que muchos ciudadanos de esta región viven cada día. Al contrario, ahora que han conseguido que el Tribunal de Cuentas acepte que la Generalitat avale sus desmanes, aún nos harán más pobres.

Este humilde juntaletras ha oído en Gracia, el barrio más separatista de Barcelona, gritos de comerciantes y hosteleros manifestándose en plena pandemia gritando “¡Queremos una Ayuso!”. No decían “¡Colau sigue ocho años más!” o “Torra y Aragonés, vosotros sí que valéis!”. Tenían claro que dirigente político trabajaba por el bienestar económico de sus ciudadanos y cuáles destruían empleos y provocaban el cierre de empresas. Desde la Resistencia al separatismo mordoriano pedimos a los madrileños que nos cedan a Ayuso durante un par de años para que nuestra antaño próspera comunidad vuelva a ser uno de los motores de España.

No es un chiste, es un ruego para que Mordor vuelva a ser Cataluña. Para librarnos de personajes como Ada Colau, la que quiere empobrecer Barcelona cargándose el turismo y la hostelería, y su fiel escudera Janet Sanz, la que quiere aprovechar la pandemia para cerrar todas las fábricas de automoción y reconvertir a los obreros a la economía verde. Vamos, que se dediquen a comer césped cuando se les acabe el subsidio de paro, porque los comunes son incapaces de crear un puesto de trabajo. Solo Ayuso podría desmontar las tonterías de Puigneró, que apuesta para relanzar la economía mordoriana con la NASA catalana y con un Metaverso digno de chiste.

Por no hablar de Jaume Giró, antaño ejecutivo de corte liberal con una visión sensata de la economía y al que ahora solo le falta cortarse el flequillo con hacha y llevar alguna camiseta con lemas de La Polla Records para ser el ‘economista’ de referencia de los antisistema. O de Xavier Sala i Martín, que presume de intelectual de la Economía de talla mundial mientras insulta al constitucionalismo con sus chaquetas de payaso de Micolor. En Mordor necesitamos políticos como Ayuso para dejar de ser una tierra de pesadilla. No nos queda otra.

Artículo de Sergio Fidalgo publicado en Ok Diario

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