Romper la pendiente por la que se desliza Catalunya, acabar con un statu quo paralizante, exige como condición necesaria romper los bloques, acabar con las trincheras. No es una tarea fácil. Y esta es la novedad del proyecto de Centrem: reunir a personas provenientes de ambas orillas. Aparcar el debate independentista y concentrarse en el relanzamiento de Catalunya. Como en el juicio de Salomón lo primero es salvar a la criatura. Que vuelva a crecer sana y fuerte. Y para ello es necesario que uno y otro lado, partidarios y contrarios a la secesión, pero con un modelo de sociedad coincidente, se pongan a trabajar de la mano porque las heridas que provoca la confrontación permanente serán irreparables si no se les pone fin con urgencia.