Al PNV le ha entrado el canguis y quiere dejar zanjados, a todo correr, sus trasiegos con Sánchez. Lo dejó claro Andoni Ortuzar el último día de San Ignacio, coincidente con los 126 años que lleva el partido haciendo la política vasca. «Sólo defendemos lo nuestro», dijo, sin aclarar que, como escribió en 1852 Pedro Egaña, «el Fuero es no pagar». Y a eso se aprestó dos días después de que el lehendakari le hubiese sacado al Gobierno 220 millones en recaudación de nuevos impuestos. No pagar, pasados tantos años, es esencialmente que pague otro; y por eso el presidente del Euskadi Buru Batzar reclamó las treinta competencias pendientes de traspaso, el Ingreso Mínimo Vital y, sobre todo, la joya de la corona: el Tren de Cercanías de Alta Velocidad al que los nacionalistas llaman TAV.