¿Qué no se puede comparar un programa infantil con uno de actualidad? ¿Qué un concurso tiene sus normas? Me da igual, cuando TV3 se salta cada día las normas de la decencia más elemental, mintiendo, manipulando y ofendiendo a millones de catalanes, lo mínimo que se puede hacer, con una niña que dice “trigo”, es dar la respuesta por buena con una sonrisa en la boca, y no tratarla con condescendencia, que es lo que hizo Llucià Ferrer, el presentador.