La Diada nunca ha sido la fiesta de todos los catalanes, siempre ha sido un aquelarre nacionalista, dado que está basada en la manipulación histórica que vende el soberanismo conforme el 11 de septiembre de 1714, con la caída de Barcelona ante las tropas de Felipe V, se perdieron las “libertades catalanas”, cuando fue una guerra civil entre españoles, porque españoles había en el bando austracista y en el borbón. De hecho, hubo catalanes a los que le fue muy bien con la victoria de Felipe V. Pero como el nacionalismo ha creado una realidad paralela en la que “España” siempre ha estado “contra Cataluña”, escogieron el 11-S como la “Diada Nacional de Cataluña”. Y el PSC y los neocomunistas en sus sucesivas reencarnaciones, por supuesto, se lo tragaron, y el PP también ha ido a unas cuantas ofrendas florales. Siempre les han pitado e insultado los radicales independentistas concentrados ante el monumento a Rafael Casanova, pero allí estaban llevando sus ramos con el logo socialista, neocomunista o el popular, ejerciendo de figurantes, por no decir de tontos útiles, siempre vejados mientras sonreían para las cámaras.