Este mismo miércoles el líder de los Mossos d’Esquadra independentistas, Albert Donaire, señalaba en sus redes sociales a un restaurante de L’Hospitalet de Llobregat por tener su carta en español y en inglés. Con copia a Plataforma per la Llengua para que ejerza su papel de chivato lingüístico. Si no recuerdan, esta fue la entidad que se dedicó a espiar, sin permiso de los padres, la lengua que niños catalanes hablaban en los patios. Y es la misma asociación que ha desarrollado un buzón virtual para que los estudiantes universitarios separatistas que lo deseen ejerzan de chivatos lingüísticos para señalar a profesores que usen de manera ‘indebida’ el español en sus clases. Por supuesto, este tipo de organizaciones reciben un generoso apoyo de las administraciones públicas gobernadas por partidos independentistas y de los empresarios ‘patriotas’. Bonpreu y Esclat, dos populares cadenas de supermercados que vendían las camisetas oficiales de la ANC y Òmnium para las manifestaciones separatistas de la Diada, ofrecerán durante el mes de enero a sus clientes que el redondeo ‘solidario’ al pagar en caja vaya a la campaña de Plataforma per la Llengua – recuerden, la que espía la lengua de los niños en los patios – para promover el catalán en plataformas como Netflix, Disney+, HBO, Prime Video o Rakuten TV.