Pero cometeríamos un grave error si diéramos el procés por liquidado. Está congelado, hasta que sus dirigentes intenten resucitarlo. En este intermezzo, el independentismo pretende acumular fuerzas, ensanchar su base, logrando mientras tanto mayores cesiones y herramientas. La estrategia no es un secreto para iniciados. La han expuesto y escrito reiteradamente sus líderes. Es falso que ERC aspire únicamente a sustituir a Convergencia, que haga teatro para alcanzar mayores cuotas de poder. Esta lectura pragática y teatral, muy del gusto capitalino, implica un gran desconocimiento de lo que es el nacionalismo en sí y de la táctica concreta de Junqueras. Más que explicar la actitud de ERC, revela cómo entienden la política quienes proyectan tal interpretación.